lunes, 31 de enero de 2011

Ski

Hoy voy a hablar del ski, uno de los mayores (y únicos) pasatiempos que tiene la gente en un lugar tan frío y apartado como Vermont. De hecho, como ya comenté en alguna ocasión anterior, las estaciones de ski son uno de los principales atractivos turísticos del estado. Incluso actores famosos, como John Travolta o Brad Pitt, vienen hasta aquí a esquiar.

Personalmente, yo tengo un pase de temporada para tres estaciones distintas que pertenecen a una agrupación llamada Triple Major. Esta agrupación tiene un acuerdo con la universidad de Vermont a través del club de ski mediante el cual a los estudiantes nos hacen un descuento superior al venticinco por ciento. También tengo un equipo de skis, bastones y botas alquilado para toda la temporada en una tienda cercana a la residencia donde vivo.

Además, la universidad ofrece autobuses gratuitos todos los sábados y domingos para acudir a varias de las estaciones cercanas. El único problema que este sistema presenta es que los autobuses ofrecidos se llenan rápido y que además no son precisamente espaciosos. Por lo demás, es algo muy conveniente.

En cuanto a la forma de esquiar, también es un poco diferente a la española. Mientras que allí, hasta donde yo sé, las estaciones se encuentran todas sobre el nivel de los árboles, aquí se esquía entre ellos. Hay un video de una de las estaciones a las que tengo acceso que muestra el tipo de pistas que podemos encontrar.


Por otra parte, las estaciones que he visto son sustancialmente más grandes que las españolas, tanto en número de pistas como en kilómetros esquiables. Esto, unido al hecho de que hay tantas, conlleva que incluso en un fin de semana con relativamente buen tiempo (como el pasado) apenas haya colas para coger los remontes. Además, las pistas son mucho más tranquilas, por lo que es un lugar ideal para aprender a esquiar.

En definitiva, si alguna vez venís en invierno a Vermont, y si esquiar os gusta, debéis probar las estaciones aquí. No es comparable a nada que se pueda encontrar en España.

viernes, 28 de enero de 2011

Ubicación Inicial

Antes de meterme en harina, he pensado que lo mejor sería precisar un poquito más algunas cosas interesantes sobre el lugar en el que vivo. Se trata de la ciudad de Burlington, en Vermont.

Burlington es la ciudad más grande del estado, aunque en este caso eso no quiere decir mucho. Según datos de la Wikipedia, tiene algo menos de 40.000 habitantes, muchos de los cuales, como yo, estudian o trabajan en la Universidad de Vermont. Es un sitio muy tranquilo y casi rural, aunque su extensión puede llevar a engaño a quien esté acostumbrado a las ciudades europeas. Debido a la baja densidad de población del estado, las construcciones están muy separadas unas de otras, por lo que la ciudad ocupa varios kilómetros cuadrados, y además sus límites no quedan nada claros a simple vista.


El estado de Vermont es el segundo menos poblado de todos los Estados Unidos, y uno de los que mayor porcentaje de gente blanca presenta, cercano al noventa y ocho por ciento, a pesar de que casi la mitad de su población no ha nacido en él.

Entre las cosas típicas de por aquí sobresalen tres: las estaciones de esquí, el sirope de arce y los helados Ben&Jerry, cuya fábrica se puede visitar.

Y, con esto, concluyo mi pequeña introducción al estado de Vermont.

jueves, 27 de enero de 2011

Cinco meses tarde

Los comienzos siempre son complicados. Supongo que es de sentido común que me presente, para el lector desconocido al menos. Soy un estudiante de ingeniería informática que ha tenido la inmensa suerte de que le concedieran una beca para estudiar en Estados Unidos, concretamente en el estado de Vermont. Llevo aquí cinco meses, y ante la solicitud de algunos amigos y la acumulación de experiencias curiosas, me he decidido a escribir este blog.

Ocurre que no tengo muy claro todavía cuál va a ser la temática de este blog, más allá de servir para almacenar mis comentarios sobre cosas de la vida cotidiana en este país que tanto hemos visto por la televisión. Muchas de ellas suenan de las películas y de las series, pero otras muchas sorprenden tanto más porque son lo contrario de lo que siempre se nos ha dado a entender.



Por otra parte, hay que reconocer que el estado de Vermont no es exactamente el sitio más típicamente americano de Estados Unidos. Sin embargo, sí que es un lugar mucho mejor para tomar como muestra que el que puede ser Nueva York, donde entre el turismo y la inmensa concentración de inmigrantes la esencia americana no se puede percibir tan claramente.

En fin, esto ha echado a rodar. Veremos lo que dura y lo que da de sí.